viernes, 20 de enero de 2012

Isolde.

The daughter of the Queen, Emerald Isle,
trapped inside a cold tower,
the Dragon’s flame I fought, wounding spear,
I broke the spell, she was mine.

Her mother was so glad, gave her pride,
Princess’ hand to my king.
And you, the brave Tristan, will be in charge
of carrying her to Cornwall.

Be quiet, Isolde,
don’t make a sound,
the king’s awake,
I fear his revenge.

Be quiet, Isolde,
we hurt his pride,
he will not rest.
till this dark night ends.

Our travel passed so fast, so unreal,
she was for my uncle,
but our hearts were so young, couldn’t lie,
the sweetest sin, every night.

So many times we met, secret nights,
hiding from the Court eyes.
But nothing ever lasts in the dark,
no, my love, it is brought to light.

Be quiet, Isolde,
don’t make a sound,
the king’s awake,
I fear his revenge.

Be quiet, Isolde,
we hurt his pride,
he will not rest.
till this dark night ends.

“Remember to believe”, she said, how
could I ever did so?
‘Cause I believed, I failed, lost my heart,
I lost my way and her light.

No more loving embraces, no more sights,
no more burning candles.
That old dark Court’s so far, it is gone,
no kings, no knights, no more nights.

Be quiet, Isolde,
don’t make a sound,
the king’s awake,
I fear his revenge.

Be quiet, Isolde,
we hurt his pride,
he will not rest.
till this dark night ends.


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La de Tristán e Isolda es una historia de amor al uso. Edad Media, ambiente caballeresco, amor imposible. Es un tema que no por recurrente deja de ser atractivo. Y yo, que leí ya muchas historias del estilo, siento un especial cariño por Tristán e Isolda (Iseo, según otras versiones). No se por qué. Quizás porque, en cierto modo, se sale de la linea por sus detalles.

Tristán era hijo adoptivo del Rey de Cornualles (Cornwall, Inglaterra), su tío, quién le educó. Según versiones, era un buscador del Grial, siendo Caballero de la Mesa Redonda. El caso es que, en uno de sus viajes, rescata a una damisela apurada de un Dragón. Pero la dama no es cualquiera, resulta ser hija de la Reina de Irlanda que, agradecida, le entrega su mano. Lo curioso es que no se la entrega a él, sino a Marc, tío de Tristán, Rey de Cornualles. El caballero queda encargado de escoltar a la dama hasta su boda y, durante el viaje, se enamoran. Ya en Cornualles, y casada con Marc, los dos jóvenes comienzan a mantener una relación adúltera que, siendo descubierta, precipita una serie de peripecias más o menos épicas que terminan con la muerte de los amantes.

Ya digo, no se por qué, esta historia me gusta. Es...bonita.

Como base melódica utilicé esta vez "The crow, the owl and the dove", reciente descubrimiento del que no me arrepiento.

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